Pinceladas que reorganizarán...
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1.Día: lunes
2.Curso: Lengua extranjera: Inglés II
Es único… eso noté cuando regrese de unas extendidas vacaciones al final de semestre,
era un lunes, una mañana muy cálida me abrazó y todo lo que había dejado aplazado volvió
a mí en instantes muy mínimos: la rutina de la vida académica, mentiría si digo que no entré
a la Universidad con expectativas, con una sensación de renovación, aunque, claro, no todo
estaba en blanco, mi mamá dice que soy una persona muy organizada, por ello, estaba anticipada:
mi libreta, mi mente y mi motivación, todo eso ingresó por el salón 308 de la nueva Facultad de
Humanas, a primera vista, todo se presentó muy agradable, con una sorpresa de por medio: era un
profesor, contrario a lo que imaginaba. En fin, fue demasiado estructurado, me gusta el punto por
punto en una sesión de clase, esto es muy importante, porque si hay afinidad con el docente se establece
una perspectiva positiva y se disfrutan las horas que transcurren. Tales horas se dedicaron a la explicación
de temas básicos, pero, acompañados de adicionales que, sin duda guardé y guardaré, pues, valoro
demasiado la nueva información, aquella que desconozco, por ende, la deposité como una nota en papel a la que
podré volver infinidad de veces, por lo demás, por supuesto que lo aprehendo, una vez pasé mis filtros: llegué
a mi casa ese día, y mi tiempo se depositó en la escritura resumida de los apuntes, me agrada esa parte de la
Universidad, la libertad, el autodidactismo, sin duda, es único el poder descubrir la manera en que mejor
se aprender, es único.
1.Curso: Lengua extranjera: inglés II
A lo largo de mi experiencia, he notado que no soy una persona auditiva, es decir, que puedo aprender con
esta herramienta, si bien me agrada no me es útil, no obstante, contra esta indisposición, iniciaron las voces
como escapadas de la pantalla proyectada, esto en mi tercer encuentro con el profesor de inglés ya no en el 308,
y pude notar que, las voces no hablaban de temas, eran los reconocidos audios del listening, que ahora, aprecio
demasiado, es una dinámica entretenida, fuera de la escritura y la resolución de ejercicios en un libro; ahora,
valoro el listening en el caso del aprendizaje en inglés, en ellos se descubre la magia de la otra lengua, la sonoridad,
las posibles conversaciones, son básicamente todo un mundo distinto, que le traen al iniciado en la lengua un pedazo de
ese mundo. He podido evidenciar que, las maneras tradicionales de enseñar han trascendido a un segundo plano y la nueva
era trae al alumno estrategias agradables, las cuales pueden ser evaluadas por medio de la socialización: expresar un
razonamiento o una respuesta me ha ayudado a que pueda enfocarme en mis debilidades para así tejer un buen conocimiento.
1.Día: miércoles
2.Curso: Gimnasia formativa
Intentando se aprende…tal expresión me ha retado a intentarlo, a reinventarme, a explorarme para así hacerme más
sólida, esa sensación quedó grabada en mí al momento de entrar al gimnasio de la Universidad, al instante de escuchar
las reflexiones del profesor, las explicaciones tan reiterativas que, inculcan conocimiento de algo más, como para la
vida cotidiana, así, el escenario colmado de máquinas se me asemejó al campo de las oportunidades, allí están, depende
de tomar la iniciativa para alcanzarlas; además, es obvio decir que, la actividad física es un factor muy importante,
cualquiera necesita realizarla, pero, en esta etapa la considero a partir de dos vías: además de fortalecerme en mi salud,
me ha ayudado a dejar el rigor académico, poder hacer distintos ejercicios en distintas máquinas me ha hecho comprobar que,
sí, haciendo las cosas se aprende de manera significativa.
Ahora son los jueves…ahora son los jueves en los que, no me siento tan segura de mí misma y de la carrera que elegí,
quizás sea la pedagogía, quizás la didáctica, quizás el bajo nivel de mi gusto por el área, quizás sean demasiadas
cosas: el entorno, la hora, mi disposición. En el curso de pedagogía todas las mañanas son temblorosas y frías,
alargadas y no muy trascendentes, pero, mi atención, mi necesidad de empeño en cualquier asunto me han auxiliado,
y creo que, son cualidades ligadas a la esencia no de un completo líder, sino uno en progreso. Para sobrellevar el
asunto y poder rescatar los tópicos y mis respuestas naturales, se ha manejado un sistema por asociaciones, por
conexiones, trato de ver los temas como engranajes pertenecientes a la máquina del saber general, es decir, lo
visto en clase, aquí un ejemplo: un liderazgo ejemplar es un asunto inmerso en cualquier área, presente en cualquier
individuo; aún no me he resignado a abandonar este sistema, pues su funcionalidad me ha sido tan grande y grata, que
ahora son los jueves en los que trato de cambiar mi inseguridad.
1.Curso: Historia de la Lengua Española
Por un sol que azota en las cabezas de los estudiantes al salir a las 10:00, así fue, que hasta en mi sombra el sol penetró,
corriendo me encontré para refugiarme en la temperatura helada del espacio destinado para la clase; cómo se ve de necesario conocer
los argumentos del curso para reconocer los parámetros de lo que se espera se pueda aprender, esto me hace querer sustentar hasta la
conversación más informal, que sepan el porqué hablo de aquello, cuáles son las bases de mi posición, por ello, vi necesario escribir
tales razones explícitas por la profesora, en un tono cálido, a su vez elevado, pues, el sentimiento hacia ese momento fue tan amplio
y tan identificable en mi que no pude evitarlo, así como, tomar propios términos, los cuales, son tan aplicables al léxico de la carrera
para construir, edificar principios elementales que ni el sol del mediodía los pudo derrocar.
La luz que penetra clara y corrige todo lo oscuro, lo oculto, aún alumbró en lo que sería mi segunda semana de Universidad, después de una pausa ligera; no he presentado dudas en ninguna puntada al momento de tejer mi conocimiento. De hecho, considero que durante mis clases ya no tengo un profesor sino una guía, aunque, también debo decir que no todo ha sido perfecto, las barreras opacas y obtusas han permanecido, en especial al momento de manejar la carga de lecturas en asignaturas como Lírica. A la hora de penetrar en los cientos de palabras que componen al menos un texto de quince páginas, el proceso de acumular y acumular lo ya leído se tarda, es pausada, a pasos no de gigantes; confieso que aún lo manejo, no todo es tan fácil de digerir, a veces no logro distinguir el cambio ágil de transiciones, pero, lo disfruto, disfruto tomarme el tiempo, tardar días, incluso semanas solo para reconocer la figura detrás de la sombra del primer vistazo, sé que el ideal que conviene sería que todo se disipe en minutos, no en días ni semanas, sin embargo, sin praxis no puede posarse sobre mí una metamorfosis, por ello, lo intento, y reconozco que es una situación de tratamiento, de unión y de promoción.
Es necesario acotar que, acorde a estadísticas, la cantidad de lo aprendido oscila entre nuestra capacidad, principalmente, después intervienen los factores emocionales, de entorno, de socialización, mis asignaciones de lecturas, de tanto en tanto carecen de elementos, en especial de motivación, pero al rescate se han presentado, las sesiones transcurridas, las cuales, se permitieron ablandar, estimular y preparar un terreno que cada vez tiene un espacio mayor (pese a mi percepción sobre mi práctica de lectura), que en ocasiones pasadas, pues, continuando con mi perspectiva de personas que son guías, me conducen junto a una lámpara que contiene una llama inextinguible por medio de las enraizadas estipulaciones teóricas, lo anterior, ha llegado a despertar sensaciones que se acumulan y me hablan de asombro, de perplejidad y al igual de comprensión, que, me llevan, finalmente, a reflexionar si acaso ¿en algún momento tocaré tal sabiduría con la herramienta, relevante y a su vez mística, de la lectura de una forma autónoma?
Costumbres, preguntas, son campos que se contradicen, que dividen, y ¡ah!, cómo no notarlo, si ellas abundan en la parte visible, en la parte visible, hallada en cada esquina de la estructura increíble que encierra la experiencia del estudio.
Es necesario una introspección cuando sobrevienen las dudas que invaden nuestra mente, a menudo no tan segura, ¿seré ávida al momento de identificar la sensación grupal de la motivación?; este desafío se hizo más constante cada vez que se acercaban las mañanas no tan gélidas; quizás pasar por los antiguos me hizo pensar y hallar que probablemente no sea suficiente mi limitada investigación, cuestionamiento, no bastaba solo destacar partes relevantes en un mar de información infinito, quizás se requiere más.
Se constató que, identificar la raíz facilita el aprender, y a veces, transmite el extender, extender a las otras áreas, algunas pragmáticas; las tres principalidades:
¡Bebamos y disfrutemos que mañana moriremos!, ¡qué principio tan básico!, tan propio, tan arraigado pero desactualizado, pues parece ser que el mero goce no basta, no basta si el objetivo es aplicar todo lo visible y hacerlo propio.
El corazón, con un pálpito acelerado se descubrió en mi pecho, ¿por qué?, lo más probable: la prueba, una prueba gris y desconocida que se presentaba ante nuestros ojos y manos vacía y lista para dejar de serlo, sin duda, basada en hilvanar medidas, en casos confusas si no hay una anticipación, una relectura, algo semejante que se practica a la hora de un ejercicio poético sin dejar pasar las esparcidas ayudas.
Hablando de un ejercicio poético, algunos de ellos (de los poetas), de hecho, solo uno en específico, Anacreonte, navegó por océanos de etapas, conductas, las cuales, permitieron florecer en él perspectivas cambiantes, diversas, a los primeros pasos la belleza y la efímera existencia eran sus ejes, mientras el acercamiento hacia ese túnel oscuro la reflexión y la recapitulación se proponían como su puente.
El viento que todo lo dispersa es un complejo elemento que en ocasiones nos lleva, nos revolotea, pero parece ser que, en estos casos de tormenta, debe resaltar la actitud de estos artistas, en el caso del “empedernido vividor” en su última etapa: recapitulación, sin duda una recapitulación que sortea y mantiene vivo ese ímpetu adjudicado a las primaveras iniciales.
Parte de un aprendizaje coherente, debe circundar por los caminos que nos conducen a un retorno, este no solo procura una llama impenetrable e inextinguible, también esclarece las preguntas, las complejidades, halla esa raíz tan profundamente ligada a la razón, a la razón del por qué; fue complejo encontrar ese argumento, y más emplearlo como filosofía educativa, pero todo se maximizaría en demasía si no la hubiera interpretado y simplemente escapará por mis dedos.
Ya se ha vuelto extraño escribir lo ocurrido en mi cotidiana y rutinaria existencia en estos simples párrafos, y quizás esa sea una sensación semejante a la de esta semana que, amaneció, pero no oscureció: ¿por qué no?, bueno, desde enfrentarme con mares de letras gigantescas hasta pasar por suaves melodías que bailan acorde al yo lírico del poeta, tuve que detenerme para analizar y recapitular, ¿cuál será mi decisión? Así, estaba frente a aventuras extraordinarias, prefiero verlo de este modo, de una estudiante universitaria de Literatura al momento de entregar productos de calidad literaria inteligible: iniciando con un producto audiovisual hasta llegar a quices y ensayos. Usualmente cuando me subyugan todos los procesos y entregas evaluativas, trato de regirme por un horario, un cronograma de estudio al que denomino: dinámica de bloques
| Días de la semana | Materias |
|---|---|
| Lunes | Inglés -Lírica |
| Martes | Lírica |
| Miércoles | Pensamiento -PPI |
| Jueves | Historia |
| Viernes | Inglés -Lírica |
Semejante a los románticos de espiritualidad suprema tocando a la nueva era, parece haber caído sobre mi lógica agua que envenena mis sentidos y me condena a deshacerme de mi ímpetu ya de por sí escaso, tembloroso y tímido. La noche sí llegó, sin embargo, el día asomó con languidez suprema. No será el amor, ni mucho menos la pérdida de mi amante, tampoco un entorno que se contamine con mis sensaciones, quizás sea solo un fatalismo, o quizás solo sean las alas exhaustas de agitarse para mantenerse y no desfallecer. Cuando los resultados corren a encontrar a su propietario el pulso desaparece dejando un cuerpo inerte en un campo de batalla donde los estudiantes son el pelotón frente al de fusilamiento que termina por ser solo uno; este último individuo no lo hace con una intencionalidad consciente, ni voluntaria, simplemente se proyecta esa sombra ahora que recapitulo, y es allí, donde ser banal me entristece y le temo. Le temo a un solo individuo y de él depende que continue huyendo por un momento o me detenga para reflexionar y continuar positivamente, y sin posibilidad alguna de justificación, es un error monumental depositar una vida en manos de un efímero proceso calificativo, la idea no es hacer pétreo el caparazón reconocido como piel, la idea es esquivar la idiosincrasia de espantarme, de correr, de esconderme, de evadirme de esa banalidad que tiene el propósito autoimpuesto de ahuyentarme, debe ser al contrario, lo anterior debe ser mejor un impulso que me lleve a raudo vuelo por encima de mis huesos de antaño ya calcinados.
Los desgastados repasos y retornos de mi reciente fracaso estudiantil (una calificación negativa) rondaron constantemente mi receso de “semana”, más allá de reflexionar, realizar introspecciones y una revisión de mi estado espiritual, estaba ocupada llevando a mis espaldas un “duelo”, un “auto-duelo”…Pero la “semana” se evaporó y el regreso fue inevitable paralelo a mi conclusión al respecto: hay temas en mi posición de alumno que no penden de lo que represento, no se encuentra en mi rango de manejo.
En fin, la semana siguiente semejante a un aire pretencioso en extasiarse de densidad y agitación me cargó ante nuevas sensaciones a las que proseguía con las mismas reacciones: tratar de abarcar todas las lecturas, disponerme a la praxis expositiva y enfrentarme a tópicos pedagógicos y socio-culturales; a todo lo anterior, pude extraerle junto a mis herramientas (organización de apuntes, toma de notas y subrayados e investigación) la mayor información que me socorriera y evitara la repetición del suceso que me llevara consigo a otro estrepitoso golpe. Hay algunos que expresan, que aquellos golpes nos conducen a los más óptimos y menos olvidadizos aprendizajes, bueno, ante eso digo que, hay que tener precaución, esta forma de “aprendizaje” muy ligada a la percepción del educando, puede afectar su manera de autoconcepción, adicional de perseguirle un amargo condicionamiento para los futuros encuentros.
Sin embargo, no todo nos dirige al mismo punto, aparentemente superado, también hay otros espacios ubicados a un extremo, los cuales me reavivaron e impulsaron a seguir con un excelente vuelo a flote. Ahora reforzado y prevenido, demostrándome que, mis frutos en algunas partes sí son aceptados y continúan en cultivo casi perpetuo, así, no fue requerida una voz interior en figura de un Nevermore o la llegada de la Noche que me lleva a un Sueño para ahondar en mis misterios, tampoco el excesivo uso filosófico para comprender trascendentalmente lo obvio, simplemente, continuando con biorritmos de estudio diurnos, una motivación aunque quebrada, con voluntad de reparación, llegó ante mí el escalón de impulso, aquel que me obsequió ímpetu, vehemencia: yo y la diminuta nota al final de un parcial: «[…] siempre es grato leerte», solo aquello bastó, colmó, para así emerger, recobrar…ser.
